Pagina personal

Autobiografía

Joven nacido en bullas , de 20 años. Me gusta el futbol, la informatica, y soy apasionado de la musica. Tengo muchos conocidos pero pocos amigos. Estudiante de Programación de segundo año.

Historia de indroducción, me abro a vosotros

El pequeño Manuel repartió invitaciones en su colegio a cada uno de sus compañeros para que lo acompañen a celebrar su noveno cumpleaños. Él mismo decoró la mesa de la celebración, pero nadie llegó a la fiesta. “Sólo quedan tres horas para que lleguen mis amigos. Es el día más feliz de mi vida, mamá. ¡Quiero que mis amigos lleguen ya!” le dijo Manuel a su madre llamada Pepi y quien fue la encargada de contar la historia en su blog personal. Luego de que pasaran las horas y nadie llegara, el pequeño algo decepcionado le dijo a su madre: “Supongo que no soy muy popular en la escuela”; la mujer quedó devastada al ver a su hijo llorando por lo sucedido. La mujer decidió escribir a los padres de los compañeros de su hijo una carta: “Las palabras no pueden describir la devastación total y completa que se apoderó de mí, mi marido y mi padre de casi 70 años de edad…Yo me excusé brevemente a mi cuarto de baño y lloré en silencio, ya que no quiero molestarlo más. Mi padre y esposo hicieron un excelente trabajo de distraerlo y hemos hecho lo mejor”. “No culpo a los niños que no se presentaron, y no estoy tratando de culpar a los padres porque sinceramente estoy demasiado destrozada para estar enojada. Hay un millón de excusas y escenarios que podrían explicar por qué no se presentaron”, agregó. Y la carta continuaba: “Lo que sí sé, sin embargo, es que Manuel probablemente nunca se olvidará de su noveno cumpleaños. Quedará siempre grabado en su memoria como un año en que nadie vino a su fiesta. Y eso me mata como madre aunque podría haber sido evitado por todos con un simple RSVP (petición para que las personas invitadas respondan), a través de llamada telefónica, texto, correo electrónico, lo que sea”. La madre de Manuel contó en su blog que luego de que nadie llegó, un amigo de la familia se hizo presente y juntos comieron torta y luego fueron al bowling. Además, tras dar a conocer la historia su hijo recibió decenas de saludos a través de su blog.

Y desde ese día, soy un triste payaso